Macdoubts: tu blog de trucoas MacTrucos

Despues de unos cuantos años en Mac, mi falta de memoria me ha empujado a realizar este blog para centralizar en un solo sitio todos aquellos trucos y ayudas sobre Mac que voy leyendo y luego me olvido...


lunes, 28 de enero de 2013

Truco: Aprender a usar un SSD.

Un SSD es el equivalente, en el mundo del motor, a un coche deportivo en términos de almacenamiento. Cuando te vas a comprar un deportivo, echas un vistazo largo y tendido a todos los modelos disponibles y revisas cada una de sus características: desde el motor, pasando por los extras y complementos, garantías, consumo. Una vez has decidido qué coche se adapta a tus necesidades (o querencias) y a tu presupuesto, lo compras, te sientas delante del volante y de repente surge una pregunta: ¿cómo se conduce un deportivo? ¿o lo tengo solo para presumir?. Pues al igual que con los coches, con los SSD ocurre lo mismo: ¿cómo se "conduce" un SSD para sacarle el máximo partido?.

El problema del SSD es que es el epítome de la obsolescencia programada y no por culpa del fabricante, sino por la tecnología inherente al dispositivo. Un SSD está construido sobre memoria Flash, y cada uno de esos chips que suman el almacenamiento total del disco está lleno de celdas de memoria. El problema es que esas celdas tienen una vida limitada, es decir, solo pueden escribirse un número limitado de veces, lo que implica que la vida útil de un SSD depende mucho de cómo lo utilicemos además de las tecnologías subyacentes que tratan de estirar la vida útil del mismo.

Como estamos hablando, antes de empezar, de un dispositivo que tarde o temprano "morirá" por las limitaciones de la tecnología, lo primero que tenemos que tener muy claro que cualquier SSD que no pueda ser reemplazado (porque está soldado en placa, por ejemplo) implica que estamos atando la vida del dispositivo que lo porta a la duración del mismo. Así que la primera regla para aprender a utilizar un SSD es simplemente, no comprar nada que no pueda ser sustituido.

Esto no quiere decir que los discos duros tradicionales no se estropeen porque sí lo hacen, sin embargo el problema de esta cuestión es el precio: hoy en día el precio del GB en almacenamiento tradicional ronda los 0,08 euros (disco duro de 1 TB (1024GB) a 85 euros) mientras que el precio del GB SSD está justo por debajo del euro. Y esa importante diferencia hace que haya que cuidar y mimar la inversión que hacemos en un SSD.
Por otra parte, un SSD a pesar de sus limitaciones de espacio, es una experiencia realmente increíble especialmente cuando lo añades a un ordenador "antiguo". Cualquier Mac de 2006 en adelante, capaz de ejecutar Mac OS X 10.6 Snow Leopard recibe una auténtica inyección de esteroides y se convierte en una maquina para enamorarse de nuevo.
Pero vamos a empezar con nuestras clases de conducción: ¿nuestro objetivo? entender las debilidades de un SSD para tratar de alargar su vida útil lo máximo posible.

Metiendo primera

Como ya hemos explicado antes, la vida de un SSD se acorta cuantas más veces se escribe en el: cada una de sus celdas de memoria tiene una vida limitada por lo que es necesario eliminar la escritura innecesaria sobre el disco.
Para tratar de evitar este problema, los fabricantes han incluido diferentes tecnologías en los SSD más modernos que permiten alternar la escritura en las celdas de memoria de SSD de una manera más o menos uniforme. Si no contaran con estas tecnologías, continuamente estaríamos trabajando sobre la misma zona del SSD (y gastando el ciclo de vida de las celdas) mientras otras zonas del disco quedarían vírgenes. Así, con este tipo de tecnologías, se reparte uniformemente la escritura sobre el disco y se alarga (notablemente) la vida del mismo.
Por nuestra parte, podemos hacer también muchas cosas para alargar la vida del SSD y vamos a empezar con la RAM ¿Porqué? porque la RAM es la gasolina que alimenta este motor.

RAM

Si dispones de una cantidad limitada de RAM (memoria física) disponible, ya sea libre o sin usar y además cuentas con poco espacio en tu disco duro, puedes encontrarte con problemas de ralentización del sistema además de otros problemas. Las aplicaciones y su uso requieren memoria física en tu ordenador. Cuantas mas aplicaciones tengas abiertas o archivos mas grandes, más RAM estarás consumiendo.
Para usar eficientemente la RAM de la que dispones (especialmente si es poca), Mac OS X usa un sistema de Memoria Virtual que tiene una actividad esencial que es el Paging de la misma.

Cómo funciona el Paging en Mac OS X

El Paging realiza una tarea de copiado de datos entre la memoria física y el disco duro en unos archivos de intercambio conocidos como swap.
El swap es el espacio de intercambio es una zona del disco (un fichero o partición) que se usa para guardar las imágenes de los procesos que no han de mantenerse en memoria física. A este espacio se le suele llamar swap, del inglés "intercambiar".

La mayoría de los sistemas operativos modernos poseen un mecanismo llamado memoria virtual, que permite hacer creer a los programas que tienen más memoria que la disponible realmente; por ejemplo, 4 Gb en un ordenador de 32 bits. Como en realidad no se tiene físicamente toda esa memoria, algunos procesos no podrán ser ubicados en la memoria RAM.

En este caso es cuando es útil el espacio de intercambio: el sistema operativo puede buscar un proceso poco activo, y moverlo al área de intercambio (el disco duro) y de esa forma liberar la memoria principal para cargar otros procesos. Mientras no haga falta, el proceso extraído de memoria puede quedarse en el disco, ya que ahí no gasta memoria física. Cuando sea necesario, el sistema vuelve a hacer un intercambio, pasándolo del disco a memoria RAM. Es un proceso lento (comparado con usar sólo la memoria RAM), pero permite dar la impresión de que hay más memoria disponible.

Para liberar RAM de otras aplicaciones y sus procesos, Mac OS X copia parte parte de esta RAM al disco duro: esto se llama Pageout. Cuando cambias de nuevo a una aplicación para llevarla al primer plano, Mac OS X recupera los datos de ese archivo para volver a llevarlos a la RAM física (Pagein).

El uso de estos dos procesos depende mucho de la RAM física que tengas instalada en el ordenador: generalmente, cuando amplias la memoria RAM de Mac OS X notas que el sistema va mucho mas ligero, porque no tiene que realizar estas tareas de escritura y lectura del disco.

Si tu disco es además mas lento (5400 rpm, como algunos portátiles) o está especialmente lleno y no dispones de un espacio confortable para trabajar con estos archivos de intercambio, es cuando el Mac comienza a ralentizarse y a funcionar mal. Si, incluso, estas forzando tu portátil (pues se da en muchos casos) con muchas aplicaciones y realizando tareas con grandes archivos, el disco duro, por la presión del trabajo y la falta de espacio disponible, puede llegar a averiarse. Es el caso de los discos "ronroneantes" que comienzan a sonar, el ordenador se para y al tratar de forzar un reinicio, el disco duro simplemente se avería.

¿Dónde entra el SSD en el Paging de OS X?: seguramente ya lo habrás averiguado. Si tienes poca RAM y el sistema necesita descargar esa memoria utilizada en el disco, estás forzando  una cantidad de escrituras al mismo que van a acortar su vida. Evidentemente necesitas saber su tu Mac, antes de añadir el SSD, necesita RAM para evitar Pageouts abre el Terminal después de llevar un buen rato utilizando el ordenador en una sesión de trabajo normal y ejecuta el comando Top. Encontrarás una línea que incluye la cantidad de Pageins y Pageouts realizados. Si los Pageouts son muy elevados, no tienes la suficiente cantidad de RAM. Si la cifra de Pageouts es baja (o cero) felicidades, tienes la suficiente RAM para tu día a día.

Temporales y cachés

Hay programas que para trabajar necesitan crear archivos temporales y cachés sobre todo (y también) cuando se tiene poca RAM o simplemente porque la arquitectura del mismo así lo requiere porque consumen grandes cantidades de RAM. En estas categorías se encuentran los programas dedicados a la edición de vídeo e imágenes. Un ejemplo claro de este tipo de programas es Photoshop. En las preferencias de Photoshop hay una opción que se llama rendimiento que nos permite (primero) asignar una cantidad específica de memoria al programa (y todo lo que sobrepase esa cantidad de memoria irá a un archivo temporal) y segundo, elegir los discos duros de memoria virtual. Resulta evidente que en el caso de Photoshop y un disco SSD, simplemente debemos elegir la cantidad de memoria RAM "adecuada" al tamaño de las imágenes con las que trabajamos habitualmente y después, cambiar el disco  duro de memoria virtual a una unidad que no sea la SSD de forma que si hay que hacer escritura intensiva en el disco, no estemos automáticamente acortando la vida de nuestro SSD.

Si bien vamos a ralentizar un poco el rendimiento de Photoshop, si no le das un uso comercial y no requieres de la máxima potencia este ajuste te permitirá alargar la vida del SSD. Adicionalmente, cualquier programa que haga uso intensivo de cachés y Temporales, si no lo usas de forma profesional y no requieres de un alto rendimiento, saca fuera del SSD la generación de ese tipo de archivos si te ofrece esta opción en sus preferencias.

Clouds, Descargas, P2P

En general, todos estos programas que reciben o transmiten información utilizan bloques pequeños de información que se graban con frecuencia y además, se actualizan en función de los cambios realizados en las correspondientes nubes. Hay que sacarlos fuera del SSD a otro disco. Casi todos ellos permiten definir la ubicación de los archivos con los que trabajan, así que de la misma forma que pueda alterar la ruta de la carpeta de Google Drive, DropBox o SkyDrive, también puedes definir dónde se descargarán los archivos con el/los navegadores que utilices. Los programas P2P, evidentemente, son los primeros que deberías de haber mudado ya que por defecto están continuamente leyendo y escribiendo datos en el disco.

Elimina los malos hábitos

Una costumbre muy extendida es guardar los archivos directamente en el escritorio y luego copiarlos a su ubicación en discos duros externos. Mal hábito. Acostúmbrate a guardarlos directamente en su ubicación no SSD.

Medio vacío mejor que medio lleno

La ventaja inmediata de mantener el SSD lo más vacío posible de datos permite que la escritura de archivos se realice sobre el espacio vacío de una forma mucho más armónica que si está prácticamente lleno: la razón es sencilla, si dispones de un espacio libre muy limitado en el disco, siempre acabarás escribiendo y borrando archivos sobre esa zona ya que otras celdas de memoria estarán ocupadas por datos que no se van a mover. Mantener el SSD medio vacío permite que el ciclo de escrituras sobre todas las celdas sea más armonioso y por lo tanto, alargarás la vida de la unidad.

Mi Mac solo tiene un SSD

Si tienes un portátil que sólo tiene una unidad SSD y lo sacas con frecuencia de casa (y no quieres ir cargado con un disco duro externo, por muy pequeño que sea) siempre tienes la opción de las micromemorias USB de cierta capacidad para poder almacenar documentos y otros datos. Este tipo de llaves no alteran la portabilidad del portátil y te permiten disponer de espacio extra adicional para evitar escrituras innecesarias en el SSD.

Resumiendo

Un SSD es una inversión que mejora notablemente el rendimiento de un ordenador, pero como hemos visto, es un dispositivo comparativamente caro que hay que cuidar si no queremos que su ciclo de vida se agote rápidamente. El problema no es solo que el disco deje de funcionar correctamente sino las horas que perderás reinstalando y recuperando la información. En el caso, además, de ordenadores con sistemas SSD que no puedes cambiar por ti mismo, el desembolso económico es aún más importante (como es el caso del MacBook Air o el MacBook Pro Retina Display) ya que tendrás que pasar indefectiblemente por un SAT autorizado y todos sabemos que los repuestos de Apple son de todo menos baratos.

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